UN PLOMIZO DÍA DE VERANO

A pesar de estar nublado hoy es un día luminoso. Cantan los pájaros y las nubes no son oscuras sino intensas. Hace unos días que se terminó la primavera y todavía estamos en las puertas de un verano que aún se muestra tan variable como inseguro. En el campo se van rompiendo los colores que se han venido instaurando desde hace dos o tres meses cuando irrumpió la primavera con su arco iris de seda y terciopelo plasmado en infinitud de brillantes pétalos. Muchos verdes al crecer se han tornado en dorados trigos que ya están siéndole amputados a la inmensa tierra en interminables y geométricas siegas. Otros verdes son coronados y culminado por mutantes girasoles que todavía permanecerán un tiempo adornando inacabables surcos. Sin embargo están ahí todo el año con su perenne verdor ordenado en interminables y marciales hileras, como inmóviles soldados desfilando, los incontables olivos que engendran su lechoso y oval fruto el cual le será arrancado de la fortaleza de su ramaje para ser ordeñado y obtener así su valioso alimento sólido o líquido en un prolongado semestre.

                                                                                                                                                     24 de junio de 2014