Aunque ya llevábamos más de dos años sin violencia etarra, ya fuese provocada mediante altercados públicos por sus “cachorros” o por la propia ETA, sin atentados en territorio vasco o fuera (el último fue el 9 de agosto de 2009 en Mallorca) no era descartable su reaparición en cualquier momento.
La organización terrorista emitió un comunicado anunciando el cese en su actividad violenta (o abandono de las armas) el pasado 20 de octubre de 2011, pero teniendo en cuenta que todo lo que se dice o se hace se puede desdecir o deshacer hay que mantener la cautela ya que en esta sociedad nada es definitivo, y sobre todo aquello que lleva arraigado tantas décadas en la “forma de ser” de una gran parte del pueblo vasco.
En cierta ocasión Ernest Lluch, catedrático, político, escritor pero sobre todo defensor de la paz y por tal motivo asesinado por ETA el 21 de noviembre de 2000, en una de sus intervenciones públicas en Euskadi, en un acto estaba siendo boicoteado e interrumpido por discípulos de los violentos, él saliéndose del guión de su discurso pronunció las siguientes palabras: “mientras gritan, al menos, no están matando”, palabras aquellas que con el paso de los años, adquieren más sentido que nunca siendo totalmente aplicables al momento actual.
Documento videográfico en el que se recoge la citada intervención de Ernest Lluch
En cualquier caso, y parafraseando al propio Lluch, mejor palabras que balas, mejor en las instituciones discutiendo que en las calles asesinando, mejor diálogo que violencia.
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