CREO MERECER AL MENOS UNA EXPLICACIÓN

Juan Antonio Cid Ortega (7 de Agosto de 2011)

Aquellos que me conocen saben que, así es y ha sido siempre, mi carácter no lleva implícito el ser mal pensado (a no ser que me den motivos para ello) pero tampoco suelo pasar por todo, si no demuestras personalidad propia y la expresas como mejor sepas o puedas, pueden tomarte por idiota o “tonto” sumiso a la voluntad de los demás.

Por ello a pesar de mi forma de ser tranquila, respetuosa y serena nunca me he callado aquello que me creía en la obligación propia de expresar, lo que creía correcto decir (equivocándome o no, como cualquiera) y de la manera más oportuna dependiendo de cada momento o circunstancia.

Os preguntareis que a qué viene la parrafada anterior, pues bien os explico:

Desde junio de 1986 (es decir desde hace ya más de 25 años) vengo colaborando de forma ininterrumpida con el B.I.M. -Boletín Informativo Municipal- “La Voz de La Rambla” conocida también como revista del ayuntamiento (por voluntad propia en algunas ocasiones o habiéndome sido solicitada dicha colaboración, la mayoría de las veces) sea cual haya sido mi estado físico o anímico, pero habiéndolo hecho siempre con mi mejor voluntad, de mejor o peor manera o de forma más afortunada unas veces que otras, el caso era no fallarles a quienes depositaban su confianza en mí.

Pues bien como cada año cuando se acercaba la publicación del número especial de Agosto –coincidiendo con nuestra feria- creo recordar que fue en los primeros días del pasado mes de junio, recibí un escrito de nuestro ayuntamiento del Consejo de Redacción del B.I.M. y firmado por el Sr. Alcalde, mediante el que, como colaborador habitual, se me volvía a pedir colaboración para la publicación de Agosto de 2011.

Sí lo relatado hasta ahora era lo habitual de cada año, mi sorpresa se produjo cuando al llegar a mis manos la citada publicación el viernes 5 de agosto, comprobé que, por primera vez en más de 25 años como colaborador, como dije al principio, lo que aparecía publicado a mi nombre, no contenía todo el material que les hice llegar el 26 de junio, cumpliendo el plazo que para cerrar la edición de este año me señalaban en el escrito antes citado.

Como comencé diciendo no quiero pensar mal porque no soy así pero teniendo en cuenta el momento y las circunstancias así como el contenido de lo no publicado (un artículo de opinión política) me induce a escribir esto y a terminar este escrito con la siguientes reflexión en forma de pregunta (no pretendo afirmar lo que desconozco ya que no se ha tenido el detalle de explicármelo, mejor plantearlo como duda):

¿Se trata, esa “no publicación” citada, de un acto de la que, supuestamente, ya creíamos no practicada censura desde hace bastantes décadas en nuestro país, o es una represalia por algo ocurrido en los últimos meses con el actual Consejo de Redacción del B.I.M.?

Sea cual haya sido la causa y en caso de no recibir las oportunas, y las que estime convincentes, explicaciones que les ha llevado a tal “olvido”, lo que sí que tengo claro en el momento de escribir esto es que, no queriéndome dar la importancia que no creo tener, mi colaboración con el B.I.M. del número 110 de Agosto de 2011 habrá sido la última, o al menos así será mientras al frente de la citada publicación esté el actual Consejo de Redacción.

Para que comprobéis que, con ellos no iba nada, a no ser que tras los nombres que figuran como Consejo de Redacción se oculte alguien más que no figura, pero que “pinta” más de lo que la gente pueda creer, hago público aquí el artículo censurado, o dicho más suavemente obviado,…

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