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sábado, 21 de junio de 2008

CUANDO YO ERA YO

Publicado en el BIM "La Voz de La Rambla" de Agosto de 1999

Recuerdo cuando yo era yo, que entonces era otra persona totalmente distinta a la que ahora soy...
En aquellos momentos era de lo que vivía y vivía de lo que era. Buscaba en cada rincón, en cada momento, el tiempo necesario para ser yo, pero nunca encontraba el espacio suficiente para sentir que eso era todo lo que podía dar, para explayar, para dar a conocer todas mis inquietudes, mis sentimientos. Tenía la sensación de que había una parte de mí que no salía, que no cabía en el tiempo, nunca me sentía pleno, realizado, completo.
Tal vez hoy, aún sintiendo lo mismo que entonces, presiento que quizá no sea por las mismas razones; quizá porque ahora al ser una persona más sosegada, el tiempo me sobra y a veces pienso: -¿Por qué no hacer ahora lo que entonces no pude?. Pero el tiempo aquel ya no volverá, y aunque los días son iguales, con las mismas horas, ya no es lo mismo puesto que nosotros no somos los mismos. Ha cambiado todo y aquello que no hicimos, por las circunstancias de aquel momento, hacerlo hoy ya no sería igual.
Y es por ello por lo que creo que no vale la pena mirar atrás, añorar aquello que pudimos hacer y no hicimos, en definitiva lo que dejamos de hacer.
Cada día, aún haciendo lo mismo, es distinto al anterior; al igual que cada palabra aún siendo la misma, en cada momento, en cada contexto, tiene un significado o un sentido totalmente distinto.
Nosotros mismos en cada lugar, en cada instante de nuestras vidas somos personas diferentes, cambiantes en cada momento, en cada situación, por cada razón distinta, cambian y también son distintas nuestras reacciones, nuestros puntos de vista, nuestras razones, incluso nuestros sentimientos.Es por lo que querer volver atrás es buscar lo que hoy ya no podríamos ser o hacer, al tiempo que es querer ser lo que en su momento no fuimos o hicimos.
Y es por todo esto, y a pesar de que yo no creo en la leyenda de las estatuas de sal, que os digo:

- No miréis atrás, porque no se puede vivir de recuerdos.
- No miréis atrás, porque la línea del camino de la vida se va borrando conforme pasamos.
- No miréis atrás, queriendo recuperar el tiempo perdido. El tiempo es irreversible.
- No miréis atrás, queriendo encontrar de nuevo las oportunidades que dejasteis pasar, porque estas no vuelven.
- No miréis atrás, pretendiendo volver a ser lo que en cierta ocasión fuísteis y que ya habéis dejado de ser.
- No miréis atrás, porque las cosas no son como eran y ahora es otro el punto de vista, otro el lugar desde donde las observamos.
- No miréis atrás, queriendo encontrar respuestas de ayer a preguntas de hoy. Cada cosa tiene su tiempo.

Ni tan siquiera os recomiendo que miréis atrás para volver a leer más arriba, que elevéis la vista a otros renglones, o que dándole vueltas intentéis encontrar la clave que le dé sentido a lo que estáis acabando de leer, no vale la pena.

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