LEYES OPTATIVAS Y NO IMPERATIVAS

Muchas veces me he preguntado, y me sigo preguntando, el porqué de tanta hipocresía y egoísmo en nuestra sociedad, sobre todo de aquellos que piensan:
Me refiero a leyes que son optativas y nunca imperativas ej: el divorcio, el aborto, la eutanasia, los cuidados paliativos para el no sufrimiento en enfermedades terminales, la ley que permite las bodas entre personas del mismo sexo...
Ya está bien de decirnos lo que si o lo que no debemos de hacer. La vida, con las problemáticas que conlleva el día a día, es individual y cada persona convive, sobrevive, con sus circunstancias que son únicas e intransferibles y cada cual tiene derecho a acogerse a determinada Ley sin que nadie le imponga o le obligue, poniéndole todas las trabas posibles, a hacer lo contrario, lo mejor para su bienestar.
Leyes que van contra la familia -argumenta la iglesia católica-
¿Contra la familia?, ¿Por qué?

• ¿Acaso alguien está o es obligado/a a divorciarse?… ¡No!
• ¿Hay mujeres obligadas a abortar?… ¡No!
• ¿Se les dejará de facilitar a todos los enfermos en fase terminal de una enfermedad incurable, cualquier tratamiento paliativo del dolor, o se les desconectará, obligatoriamente, de cualquier máquina que pueda mantener su corazón latiendo?… ¡No!
• ¿Hay alguien, que en su condición de heterosexual, sea obligado/a a casarse con una persona de su mismo sexo?… ¡No!
¿Acaso no es más cruel un sacerdote dando la extremaunción a un enfermo consciente o semiinconsciente que sabe que ese es el preludio de su muerte?

Son leyes de carácter social que otorgan más derechos para quienes se quieran acoger a ellas, cosa a lo que nadie está obligado.

Ya está bien de que nos digan lo que está bien o no, que cada cual, además de mayorcitos, sabemos lo que queremos o no y las circunstancias que nos rodean y por las que hacemos lo que hacemos.

“Como yo creo que eso no está bien no quiero que nadie se acoja a determinados derechos...”
“Como las doctrinas en las que yo creo no aceptan determinados actos, los demás deben actuar tal y como dictan mi moral y mis hipócritas convicciones.”
“Que los demás hagan lo que yo digo que en tanto yo (como puedo permitírmelo) haré lo que a mí me de la gana”.